Los que vivieron la experiencia del rally de cerca y sin mojarse fueron los actuaron de copilotos de Francoise Delecour en el tramo espectáculo el sábado por la mañana. En torno a 30 aficionados vivieron la emoción del rally de primera mano en la segunda visita consecutiva del francés a la villa. Entre ellos se contaba algún repetidor que ya había probado el año anterior, y que no se resistieron a experimentar la pericia del piloto galo una segunda vez. Con todo ello el público, tanto guijuelense como forastero, demostró que las ganas pueden muchas veces a la comodidad, consiguiendo el rally de Guijuelo el éxito un año más.
El viernes los pronósticos indicaban que el público tendría que salir con paraguas de casa, lo cual se pudo comprobar en la misma madrugada del sábado. Pero lejos de amedrentar a los aficionados, la promesa de ver a los coches luchando contra el barro fue suficiente para sacar de casa a los fans de la velocidad que se presentaron fieles a su cita en cada una de las curvas más destacadas del recorrido. La organización, como en años anteriores, facilitó al público un plano donde se indicaban los caminos y curvas más interesantes del recorrido, que es donde se concentraron los curiosos armados con chubasqueros, plásticos, gorros y paraguas en una jornada donde cualquier método era válido para luchar contra el agua. Destacó el tramo de Berrocal de Salvatierra donde se concentraron más de 200 aficionados y el tramo espectáculo con una cantidad similar.