La crisis que atraviesan los ganaderos también tiene repercusiones en el sector del porcino, a consecuencia de la recesión económica que atraviesa el país. La campaña de matanza se reducirá unos meses, lo que afecta directamente a la contratación de eventuales.
La situación, según indican los datos, no es preocupante todavía, aunque muchas empresas tienen las bodegas llenas de producto ya que aprovecharon el bajo precio del ibérico, pero ahora sufren el bajo nivel de ventas debido al menor poder adquisitivo de los clientes.
La Asociación de Industrias de la Carne indica que a partir de mayo se notará un descenso en el sector motivado por el final de los contratos temporales, volviendo a la tradicional temporada de matanza de 4 o 5 meses, en lugar de la actual que ocupa la mayor parte del año. Desde los sindicatos ven con resignación la crisis. Según Juanma Ramos de Comisiones Obreras: «durante 10 o 12 años, el crecimiento de la industria cárnica ha sido constante, alcanzándose el tope. Ahora, sin embargo, el momento boyante ya ha pasado». Desde UGT, no obstante indican que la crisis se va a notar, pero que no será ningún desastre debido a que la industria agroalimentaria es de primera necesidad.