Los continuos ataques de los lobos en Castilla y León han provocado que desde la Junta se destinen 5,7 millones de euros a proteger a esta especie y evitar que sigan atacando a rebaños domésticos. Este presupuesto, que forma parte del Plan de Conservación y Gestión del Lobo, colaborará además con el teléfono de emergencias regional 112.

Este plan supone un paso más en considerar al lobo como la especie protegida, aunque legalmente tiene el estado de especie de interés comunitario de carácter prioritario y para cuya protección es necesario designar zonas especiales de conservación. Según el censo de animales de la comunidad en 2001 había 149 manadas y unos 1.500 ejemplares, protegidos al sur del río Duero y especie cinegética en el resto.

Uno de los principales problemas estriba en los ataques continuados a los ganaderos. El último ataque tuvo lugar en Cespedosa el pasado 25 de marzo, donde mató a diez ovejas. En la zona de Topas también han manifestado su inquietud por la cercanía de manadas. Por ello se está diseñando un protocolo de colaboración con el teléfono de emergencias 112, dependiente de la Consejería de Interior y Justicia, o con los Centros Provinciales de Mando (CPM) dependientes de la Consejería de Medio Ambiente, para habilitarlos como receptores de los avisos de episodios de predación en Castilla y León.

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