Los de Mario Sánchez completaron un buen encuentro en la vuelta de la primera eliminatoria del ascenso a Primera Federación, pero la falta de gol ha sido una vez más el lastre del conjunto guijuelense.
El partido comenzó con ilusiones renovadas para el Guijuelo, con la expulsión de Titi en el minuto 1, en la primera acción. Contra 10 y con todo el encuentro por delante, los de Mario Sánchez se hicieron con el dominio del juego y encerraron a los locales en su campo. Pero este control no obtuvo ningún resultado a su favor y en toda la primera mitad solo hicieron un disparo a puerta, en una acción combinada que concluye con un golpeo de Alberto que se fue a las nubes. Por su parte el Logroñés solo se acercó al área de Rabanillo en acciones a balón parado, que no crearon ningún problema, salvo en la última jugada del primer tiempo. En el descuento, minuto 47, la defensa del Guijuelo no despejó un balón en el segundo palo y el rechace lo envió a la red Ugarte, logrando adelantar a los suyos en el marcador.
Con el uno a cero en el marcador, la segunda mitad arrancó con el Guijuelo más vertical y con los locales contemporizando, dejando hacerse. En la segunda parte los de Mario Sánchez sumaron hasta seis ocasiones claras de gol, pero en ninguno de los casos fue capaz de perforar la meta rival, unas veces por falta de acierto en el remate y otras por las buenas intervenciones de Kike Royo, que salvaron al Logroñés del empate, que hubiera llevado el partido a la prórroga.
En resumen, el Guijuelo completó un buen partido, fue mejor que el rival en todo, salvo en el acierto en portería. El encuentro fue un reflejo de la buena temporada del Guijuelo, que ha estado marcada por la falta de gol. El Guijuelo, una vez más, compitió, pero no fue capaz de marcar.