Un control de la Guardia Civil de Tráfico de Salamanca pilló a un conductor, residente en Barcelona, que superaba casi cuatro veces la tasa de alcohol permitida.
Los hechos tuvieron lugar a la altura del kilómetro 387, en la Nacional 630, en el término municipal de Guijuelo.
El barcelonés se enfrenta a un delito contra la seguridad vial, por conducir bajo los efectos del alcohol, que pueden suponer una pena de tres a seis meses de prisión o una multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y un a noventa días, a lo que habría que sumar la retirada del carné de conducir de uno a cuatro años.