Un trabajador en Guijuelo

La pandemia ha llevado al mercado laboral español a registrar una destrucción de empleo sin precedentes. Según los datos que hemos conocido de la Encuesta de Población Activa, la ocupación disminuyó en 1.074.000 puestos de trabajo acusando así el impacto de la crisis sanitaria y del estado de alarma, que afectó prácticamente a todo el periodo de abril-junio.

Respecto al primer trimestre del año, la provincia de Salamanca ha perdido 4.900 empleos, pasando de las 129.100 personas ocupadas a las 124.200. El número de parados se sitúa en 17.600 personas, 2.000 menos que en el periodo comprendido entre enero y marzo de 2020.

En Castilla y León, los ocupados bajaron en 57.200 personas,respecto al trimestre anterior, con 62.600 ocupados menos que hace un año en Castilla y León. El paro bajó en 1.200 personas en el segundo trimestre del año en Castilla y León, que deja en 130.700 los desempleados.

A nivel nacional, la tasa de paro ha vuelto a superar el 15% con un aumento de 55.000 personas, un dato que no refleja el impacto de la crisis y que se explica, por un lado, por el efecto de los ERTE y, por otro, por el hecho de que 1.062.800 personas han abandonado directamente el mercado de trabajo respecto al trimestre anterior.

Hay que tener en cuenta, que estas cifras no incluyen a los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con suspensión de empleo que, según la metodología de la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se aplica en la EPA, se consideran ocupados.

Al finalizar junio, el número total de parados se situó en 3.368.000 personas.

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