El SEPRONA ha llevado a cabo la investigación del propietario de una rehala de perros ubicada en la localidad de Linares de Riofrío y a un veterinario colegiado, como supuestos autores de un delito de falsificación de documento oficial, además del incumplimiento de varios preceptos de la normativa sobre animales de compañía.
En la investigación iniciada el pasado año, la Guardia Civil pudo comprobar como el propietario de la rehala de perros con la colaboración de un veterinario, cuando fallecía algún can, procedía a extraer el microchip que este poseía, para implantado en otro perro de raza y capa similar; necesitando para darle la apariencia de legalidad, la participación del citado veterinario, el cual expedía el correspondiente pasaporte para animales de compañía con los datos del nuevo perro y el microchip del fallecido, modificando en la Base de Datos del Sistema de Identificación de Animales de Compañía de Castilla y León, la fecha de nacimiento del perro fallecido por la fecha de nacimiento del perro receptor de la nueva identidad.
En la inspección física de las instalaciones se identificaron un total de 25 perros, de los cuales, cuatro no tenían identificación.