Hasta once ocasiones claras de gol tuvo el Guijuelo en el partido de ayer en Barakaldo, en el que solo concedió dos acciones al rival. Con esos datos se podría entender que el Guijuelo se impuso con claridad al equipo vasco, pero nada más lejos de la realidad. El Guijuelo sufrió y mucho la falta de acierto y hubo un momento en el que el partido se le cruzó con la expulsión de Iván Pérez.
En la primera parte, como en el cómputo general el Guijuelo fue muy superior al Barakaldo, por todo: por dominio, por posesión, por idea, por desarrollo,… y solo le faltó el gol, después de acumular siete ocasiones claras de gol. En la segunda parte, la tónica fue la misma, aunque ‘sólo’ contó con tres ocasiones claras de gol, por una del rival y al final el gol llegó en el minuto 85 en la menos clara de todas, un centro de Carlos Rubén desde la derecha que remata Carmona a la red, desde lejos y en un escorzo un tanto forzado. El gol permitió olvidar la falta de valentía en muchos momentos del partido, la falta de acierto en todo el encuentro, la tardanza en los cambios, los problemas físicos de algunos, la falta de concentración de otros y las lagunas habituales de este equipo, que a pesar de todo, sigue siendo mejor que sus rivales, pero que la falta de gol le sigue marcando, en esta ocasión logró su tanto, dejó la portería a cero y acabó llevándose tres puntos que le sacan del descenso.
Para la siguiente semana, muy probablemente pierde a Jonathan Martín, que no pudo completar el calentamiento y se cayó del once titular y seguro a Iván Peréz, que fue expulsado de forma rigurosa en el 58. Por cierto, en el 67 también fue expulsado Carles Marc y en el 71 vio la roja Iriondo por propinar al colegiado “un fuerte pellizco en las cositllas derechas, al tiempo que decía: ¡no tienes ni idea de lo que estás pitando!”.