Los de Ángel Sánchez completaron en el día de ayer un partido típico de Segunda B con dos rivales aguerridos que no están dispuestos a dar su brazo a torcer, lo que obliga a dar lo mejor de sí para lograr la victoria.
El partido comenzó con los dos equipos bien plantados y durante toda la primera mitad el encuentro estuvo muy disputado y competido. El Guijuelo tenía más balón, pero no acababa de llegar, salvo en las ocasiones que lo hizo James por banda izquierda, algo que se olvidó tras la lesión del jugador en el minuto 13. En esta primera parte el partido estaba más en el plan del Pontevedra, es decir, control defensivo, pocas ocasiones, con la idea de acertar en alguna, pero los gallegos ni siquiera inquietaron a Zarco.
En la segunda parte, el Pontevedra salió fuerte, pero el Guijuelo no se dejó amedrentar y se volvió dueño y señor el partido, ahora sí llegando a la puerta contraria con peligro. Y en una de esas llegadas, apareció la chispa de Fuster que provocó un penalti claro del portero Edu. Lo lanzó Luque para marcar el primero en el minuto 60.
Desde aquí el partido se abrió y el Guijuelo llegó con mucha más claridad, mientras que el Pontevedra continuaba chocando con el bloque defensivo, que a pesar de las bajas cerró un encuentro muy completo.
En el minuto 68 a la salida de un corner, Carlos Rubén trata de rematar el rechace de la defensa de pseudo chilena y el balón lo recoge Pallarés para colocar el segundo el marcador. Con el Guijuelo desatado acabaron llegando ocasiones tan claras como el remate de Pallarés que saca Edu con un paradón, el larguero de Luque o el disparo de Ayub a pase de Carmona, que detiene Edu en dos tiempos. Mientras que lo único del Pontevedra fue un remate de Kevin desde 40 metros que detiene Zarco sin problemas. En las postrimerías del partido, el encuentro se cerró con un penalti clarísimo sobre Carmona por el que Juan vio la amarilla, aunque también podría haber visto la roja. La pena máxima la lanzó Luque para colocar el tercero con el que concluyó el partido.