Sin respuestas, sin capacidad de ataque, sin soluciones, sin ser capaz de sobreponerse a sus males, en resumen, mal. Así se mostraron los de Ángel Sánchez en el partido que le enfrentaba, en la mañana de ayer, al San Sebastián de los Reyes en el Matapiñonera.
El partido de la octava jornada arrancó con el Guijuelo despistado, tanto como lo estuvo en casi el resto del partido, en el que no se mostró ni cómodo, ni bien en ningún momento.
El Guijuelo no era capaz de enlazar tres pases seguidos y los locales se hicieron con el espacio y con el balón.
Los guijuelenses salieron más preocupados de defenderse que de otra cosa. Pero los madrileños marcaron en la primera jugada que tuvieron, una acción de estrategia. En el minuto 7 Martínez convierte una falta, desde la frontal, con un disparo que despista a Felipe Ramos.
La primera mitad acabó con la sensación de que los locales habían sido mejores, aunque en juego real no fueron capaces de romper las líneas defensivas visitantes.
La segunda parte comenzó con la lesión de Ayala, que no pudo participar tras el descanso, lo que provocó el cambio a defensa de 5. La tónica cambió una vez que Carlos Rubén se situó en la manija. Pero otra vez a la primera de cambio acertó el rival, en esta ocasión con un remate de cabeza picado de Castel, tras el que Felipe Ramos duda y acaba superandole. Minuto 58 y un resultado muy en contra para un Guijuelo que veía como todo le salía mal, hasta el punto en el que una vez realizados los cambios tres cambios se lesionó el portero Felipe Ramos, que tuvo que aguantar más de 20 minutos en el campo sin poder apoyar una pierna. Algo que no supo o no pudieron aprovechar los madrileños.
Al final y en resumen, se podría decir que ganaron los que más acertaron, pero también los que estuvieron mejor más tiempo. Y es que ayer al Guijuelo se le cruzó todo, no le salió nada. Fue uno de esos días en los que lo raro hubiese sido puntuar.
Y si a todo esto, le sumamos que el jugador con más calidad y visión de juego se queda en el banquillo, pues es darle una gran ventaja al rival, por cierto, el capitán ya no está para ser titular, ayer en la falta que supuso el gol se precipitó y en el segundo gol se quedó debajo de los palos, en vez de marcar al delantero que remató, en esa jugada Felipe Ramos no fué el culpable.