El Municipal tiene que ser un fortín este año, esa es la frase más repetida, tanto por el cuerpo técnico como por los jugadores, y la verdad que de momento, en el primer encuentro en casa, los puntos se quedaron en Guijuelo.
El conjunto guijuelnse venció al todo poderoso Fuenlabrada por 1 gol a 0, en un partido muy físico, donde los jugadores se desgastaron y a pesar de las pocas ocasiones de gol, vimos un buen encuentro.
De inicio Ángel Sánchez apostó por una defensa con tres centrales, Ayala, Jonathan y Jesús Muñoz, con Razvan y Raúl en los carrileros, en el centro del campo, Carlos Rubén junto a Juanra y Luque, en la punta de ataque, Dimas y Manu Fuster. La intención de este sistema era protegerse en tareas defensivas, especialmente en el juego aéreo, donde el Fuenlabrada demostró que tiene mucho potencial.
En la primera mitad, el Guijuelo tuvo más balón que su rival, pero sin apenas inquietar la meta defendida por Biel Ribas. Lo más destacado, por parte visitante fue un remate de cabeza de Borja Lázaro que despeja Felipe Ramos, y por parte local un disparo de Luque que despeja de puños el meta del Fuenlabrada. Con el paso de los minutos, el juego se equilibró, el Guijuelo lo intentaba, mientras que el Fuenlabraba buscaba las jugadas a balón parado.
En el segundo acto, el partido se abrió en los primeros minutos debido a dos fallos, el primero en el Guijuelo, Muñoz no controla bien un balón, que le llega a Óscar Fernández que no sabe superar a un acertado Felipe Ramos. Al minuto, fallo de Glauder, el balón le llega a Dimas, gran asistencia sobre Fuster y este que no sabe resolver ante la salida de Biel Ribas. Según se estaba desarrollando el encuentro, el primero que acertara en una jugada aislada se iba a quedar con los puntos, y así fue. En el minuto 78 Fuster se inventa una jugada por banda derecha, centro-chut que golpea en Dimas y se cuela al fondo de las mallas. A partir de aquí, el Fuenlabrada lo intentó pero el Guijuelo con un gran criterio defensivo evitó el tanto de la igualada, e incluso tuvo más balón que su rival.