En la mañana de ayer se celebró en los juzgados de Salamanca el juicio al médico acusado de masturbarse ante una paciente. El acusado negó las acusaciones y la acusación ratificó la solicitud de la pena de dos años de cárcel, dos de inhabilitación para el ejercicio de su profesión y el pago de una indemnización de mil euros.
El juicio al médico que estaba previsto para las diez de la mañana se retrasó más de dos horas y media puesto que el acusado no acudió a la sala, aludiendo una enfermedad, por lo que el juez y el fiscal pidieron que se comprobara tal circunstancia y un equipo forense se trasladó hasta su domicilio, tras lo que el acusado se presentó en el juzgado de lo penal número 2 de Salamanca y el juicio se retomó a eso de las doce y medía.
En el transcurso del juicio, por un lado el médico J.E.M. negó las acusaciones, alegando que tenía picaduras y una lesión crónica en el prepucio, provocada por un liquen.
Por otro lado, en la vista también declaró la enfermera que aseguró no haber estado presente durante la exploración y que no vio nada extraño por ninguna de las partes.
Por último, la defensa pidió su absolución, mientras que la víctima ratificó su versión y la fiscalía mantuvo la petición de cárcel, de inhabilitación y la multa atendiendo a un delito de abuso sexual. En la misma línea la acusación particular solicitó tres años de prisión para el médico.
Tras una hora de declaraciones el juicio quedó visto para sentencia.
Por cierto, no está demás recordar que el acusado ya había sido condenado con anterioridad, en octubre de 1994, por un delito de exhibicionismo.