Sumó un punto el Guijuelo en el Cerro del Espino ante el segundo clasificado el Rayo Majadahonda, en una mala primera mitad y en una buena segunda parte, en la que incluso mereció ganar.
De nuevo el Guijuelo volvió a mostrar dos caras, una la del equipo sin ideas, sin intensidad, sin creación de juego y sin llegadas a portería y otra la del equipo que tiene un plan, sabe a lo que tiene que jugar, crea peligro en el ataque y no comete errores defensivos.
La primera mitad fue para olvidar, el equipo no encontraba líneas de pase, estaba descolocado y jugaba más hacía atrás que hacía la portería contraria. El Rayo tampodo mostraba mucho criterio ofensivo pero iba a aprovechar un error defensivo para conseguir el 1 a 0, centro de De Frutos que le llega a Coto que sólo ante Kike tiene que empujar el balón. En el primer acto, el Guijuelo apenas inquietó la portería de Basilio. Por su parte los locales, al borde del descanso estuvieron a punto de conseguir el 2 a 0, en un disparo lejano de Vicente que casi sorprende a Kike Royo.
La segunda parte fue otra historia, Fabregat introdujo en el campo a Manu Gavilán, no se entendía su suplencia en el día de ayer, y la verdad que cambió el partido. El equipo comenzó a jugar hacia delante, salió mejor plantado en el terreno de juego y sin cometer errores defensivas, además, a la primera iba a acertar, buen centro de Manzano que le llega a Gavilán que le cede el balón a Dimas que no falla. 1 a 1. A partir de ahí, el Guijuelo pediría un penalti sobre Dimas y estuvo a punto de conseguir el 1 a 2, especialmente en el minuto 72, en un buen centro de Nacho sobre Gavilán que no acierta ante la salida de Basilio.
El Guijuelo mereció más premio en la segunda mitad, pero tiró por la borda los primeros cuarenta y cinco minutos.