El Guijuelo sumó los tres puntos que al final era lo importante y lo que necesitaba el conjunto de Jordi Fabregat, tras imponerse ante un rival directo, el Unión Adarve, por 3 goles a 1. Quizás no fue el partido más brillante del Guijuelo, pero si uno en los que salió más activo, concentrado y sin conceder errores en el Municipal, ante un equipo muy intenso, que utilizaba mucho el juego directo y en donde su arma principal era el balón parado.
De partida, Fabregat introdujo cambios en el once, Carlos Rubén ocupó el puesto de lateral derecho, mientras que Borja Hernández compartió puesto en el centro del campo con Julián Luque, y la verdad que el canario hizo su mejor partido desde que está en el C.D. Guijuelo.
El Guijuelo consiguió el primer tanto, muy pronto, en el minuto 8, buena jugada entre Borja y Carmona, centro del andaluz para Antonio Pino que se planta delante del portero Parra, que lo derriba. Penalti claro que se encargaría de transformar el capitán Jonathan Martín. A partir de ahí, el Guijuelo supo leer bien el partido, no sufría en tareas defensivas y en el ataque se acercaba a la meta de Parra, a pesar de todo, tuvo que aparecer la intervención diaria, del portero Kike Royo, que salvó a su equipo en el minuto 26 en un mano a mano con Wojcik.
En la segunda mitad, los visitantes salieron muy intensos en busca del tanto del empate, especialmente utilizando sus armas, el balón parado, y el guante de la pierna derecha de Iván Mateo, pero fue el Guijuelo el que consiguió el 2 a 0, centro de Luque sobre Pino y en el mano a mano ante Parra, no falla. Los madrileños recortarían distancias con un tanto de Wojcik tras un buen centro de Giani, pero la alegría le duraría poco tiempo, porque Carmona en jugada individual haría el 3 a 1. Ahí terminaría el partido, porque el Adarve bajaría los brazos e incluso el Guijuelo pudo ampliar más la renta.
Con esta victoria el equipo se aleja en tres puntos de los puestos de descenso.