El Guijuelo sigue sin ver puerta. En el día de ayer no acertó en las tres ocasiones claras que tuvo a lo largo del encuentro y se dejó dos puntos en una nueva final en el Municipal.
El fútbol hay que acertar y marcar goles, pero al equipo guijuelense, una jornada más se le sigue resistiendo. La verdad es que el equipo hizo un buen partido, serio en tareas defensivas, intenso en la presión de balón, pero a estas alturas de la temporada lo que cuenta es ganar.
Los de Fabregat empataron a cero goles ante la Ponferradina de Munitis que vino a intentar dejar su portería a cero, buscar balones largos y aprovechar el fallo del rival a la contra, quizás demasiado poco atrevimiento para la plantilla y la entidad que tiene el conjunto berciano.
Las ocasiones brillaban por su ausencia, ya que el partido estaba muy trabado y los dos equipos se encontraban muy seguros en tareas defensivas, eso sí, los locales tuvieron la ocasión más clara en los primeros cuarenta y cinco minutos, balón largo que peina Pino y le cae a Luque, que dentro del área se precipita y su remate de cabeza se marcha alto.
En la segunda mitad, dos ocasiones para cada equipo, en el 56, Juliá avisó desde la frontal y respondió la Ponferradina con dos acertamientos claros, en el 60 Chavero remata solo un buen centro de Criado y en el 65 una falta de Menudo la remató Figueroa a las manos de Kike Royo. Según se estaba desarrollando el partido, el que acertara ganaba, y pudo ser el Guijuelo, en el 87, a falta de tres minutos para el final. Falta botada por Raúl Ruiz, remate de Jonathan, despeja el guardameta Dinu, el balón le cae a Juliá pero su remate se marcha por encima del larguero.
Al final reparto de puntos, el Guijuelo se dejó dos en el Municipal, donde sólo le vale la victoria. Ahora los tiene que recuperar a domicilio.