Con la llegada de la primavera, las alergias hacen su aparición. Durante los meses de noviembre, diciembre y enero, las gramíneas han estado germinando y según los expertos los peores años para los alérgicos son aquellos con abundantes lluvias durante el invierno. Precisamente este ha sido uno de esos inviernos por lo que se prevé una primavera muy intensa para los alérgicos.
A escasos días e que se registren los niveles más altos de polen, sólo podrían paliar estos efectos la caída de nuevas lluvias continuadas o un calor excesivo. Los últimos meses han sido de los más lluviosos en los últimos años y eso propicia que la primavera sea intensa para la población alérgica, que en nuestra comunidad pasa de las 500.000 personas.
Durante los días de más concentración se esperan más de 4.000 granos de polen por metro cúbico. Los efectos de esta alta tasa podrían mitigarse si llueve ya que las partículas se mojarían al caer al suelo y no producen ninguna reacción o si hace un intenso calor que desecarían los granos.
En cuanto a los grupos que pueden verse más afectados esta primavera, los expertos apuntan a los asmáticos, la gente previamente alérgica a frutas, ya que comparte proteínas comunes con el polen, los fumadores o las personas que tienen una patología pulmonar previa. Además, recuerda que los momentos del día en que se registran mayores concentraciones de polen es la primera hora de la mañana y al caer la noche.
Por otro lado se estima que los mayores picos de alergia se producirán entre el 15 de mayo y el 15 de junio.