La Diputación de Salamanca se muestra partidaria de continuar fomentando la venta ambulante, en lugar de facilitar la apertura de negocios en poblaciones menores de doscientos habitantes. Otras Diputaciones como la de Valladolid optan por poner en marcha redes de comercio rural mínimo.
La apuesta vallisoletana se trata de crear una red de comercio a través de centros multiservicios, que ofrecerían desde productos alimenticios a artículos de bazar, acceso a internet e incluso otras propuestas como peluquería, gestoría o parafarmacia.
En el caso de Salamanca sería más complicado el hacer algo similar. Puesto que nuestra provincia cuenta con 362 municipios, de los 147 son menores de doscientos habitantes, por lo que el coste y promoción de este tipo de centros sería mucho mayor que el beneficio que se podría conseguir con ello.
El portavoz de la Diputación salmantina, Carlos García Sierra ha manifestado que fomentar los negocios en localidades que carecen de ellos es “una necesidad que aquí no se plantea, puesto que en Salamanca las soluciones son diferentes”. Las preferencias de los propios habitantes de localidades pequeñas son desplazarse hasta municipios más grandes y realizar las compras necesarias.