Caja Duero está negociando con los sindicatos los efectos que pueda tener la fusión de las cajas en su plantilla laboral. Se plantea la posibilidad del cierre de 300 oficinas en total.
La fusión de las cajas castellano leonesas se encuentra en su fase final y será llevada a los consejos de administración el próximo 9 de noviembre, cumpliendo así el plazo que ha impuesto el Banco de España.
La fusión traerá gran cantidad de ventajas en general, pero se plantea ahora una complicada situación laboral, ya que la duplicidad de sucursales podría significar el fin de 300 oficinas y 1.300 empleos.
Los sindicatos comenzarán a negociar con las cajas la situación de los trabajadores, y se buscarán opciones a la solución de despidos masivos. Una de ellas será la prejubilación de todos los empleados posibles.
En la entidad bancaria, su consejo de administración de Caja Duero mostró su satisfacción por el transcurso de los acontecimientos y quiso hacer público «un mensaje de optimismo y valoración positiva del futuro, que se quiere trasladar a la sociedad y de manera especial a los empleados y clientes».