Pese a la gran nevada que ha caído de madrugada sobre Guijuelo, las Águedas tuvieron una tregua durante el día de ayer lo suficientemente amplia como para celebrar sin problema su día festivo.

La jornada comenzó en torno a las once de la mañana, cuando las águedas ataviadas con su traje típico llegaron al Ayuntamiento de Guijuelo con el tradicional pelele a recibir el bastón de mando de manos del teniente de alcalde, Luís Ramos. Allí Amalia García, aguedera mayor, se encargó de realizar el tradicional discurso de Santa Águeda.

A continuación, las mujeres tomaron las calles de la villa y pararon coches en la calle Filiberto Villalobos, recorrieron los establecimientos del centro en busca de donativos y disfrutaron de bailes y música con su propio tamborilero. Tras la comida se procedió a la quema del pelele en la plaza de Castilla y León en torno a las seis de la tarde.

Por la noche se celebró una cena a la asistieron las águedas de la villa y acto seguido disfrutaron de música y de nuevo baile.
Una tradición que se cumple un año más en Guijuelo en el que las mujeres tomaron el mando de la villa.

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