La campaña de sacrificio del cerdo que acaba de comenzar en Guijuelo y podría ver la cantidad aumentada por unas 8.000 cabezas procedentes de Extremadura.
La polémica ha surgido en la comunidad vecina, al conocerse la noticia de que la industria de Extremadura no quiere adquirir todos los cerdos de la Dehesa, según indica la Gaceta de Salamanca en su edición de hoy.
Según Javier Solano, presidente de la Asociación de Productores de Cerdo Ibérico de Extremadura, los industriales están jugando con fuego dejándose llevar por “prácticas muy poco profesionales” y corren el riesgo de “matar la gallina de los huevos de oro”.
En palabras de Solano en Extremadura hay industriales que se están negando a que maten sus propios cerdos y los van a obligar a acudir a los mataderos de Guijuelo, en torno a los 8.000 animales, perdiendo con ello la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura un buen número de piezas”. Según los mataderos guijuelenses, el problema no es tal, porque el producto regresaría a su lugar de origen.