En tiempos difíciles, hay que sacar dinero de donde sea, pero que pasa con el que no lo tiene, de donde lo saca. La respuesta es sencilla de recortar gastos por aquí y por allá. Malabarismos para poder llegar a fin de mes, sin apuros económicos.

Este año el tiempo nos está echando una mano y las calefacciones, de momento no han tenido que trabajar a pleno rendimiento, algo que ayuda a no tener tanto gasto. Aún así, son frecuentes las reuniones de vecinos en las que se aprueba recortar las horas de funcionamiento y retrasar el encendido.

La crisis también se está notando en el sector servicios donde los propietarios de establecimientos han visto mermada considerablemente la clientela.

La situación también se nota en los cereales donde los fabricantes prevén otra bajada de precios de un céntimo en kilo a primeros de Noviembre. Y en el corcho por partida doble… se sale menos y se consume menos vino y ante el auge de los tapones de silicona parece que este negocio cerrará sus puertas antes de lo previsto.

Pero hay otras cosas con las que no se debería jugar y esas son la salud, las consultas a dentistas se ha reducido hasta el punto que algunas se están planteando el cierre por no ser rentable. Parece que la desaceleración, por no decir crisis, al final afecta a todos.

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