Las últimas precipitaciones, incluyendo la nevada del pasado viernes y las fuertes lluvias de las últimas semanas han mejorado sustancialmente el nivel del agua embalsada en la cuenca del Duero. El cercano pantano de Santa Teresa se sitúa en un favorable 83%, superando por vez primera el nivel del año pasado.
La situación en los dieciséis embalses restantes varía mucho según su localización. En el lado positivo el embalse de Águeda roza el lleno con un 97,2%, mientras que muchos de los embalses situados al norte viven una situación mucho más difícil. Por ejemplo en León, el embalse de Riaño supera por poco el cincuenta por ciento. En total la capacidad de todos los embalses de la cuenca del Duero llega al 60,9%. El año pasado ese porcentaje era del 86,6%.
El pantano de Santa Teresa por su parte es de los que mejor parado ha salido de la última semana de precipitaciones. Los 84,6 litros por metro cuadrado que cayeron en esta zona de Salamanca han elevado el nivel del agua hasta 412 hectómetros cúbicos, 20 más que el año pasado por estas mismas fechas. Lo que supone un 83% del total, unas cantidades que resultan muy favorecedoras de cara al verano.