Se acerca la Semana Santa y comienzan los preparativos para realizar las diferentes procesiones típicas de esta época. Difícil lo tendrán en diversas localidades salmantinas donde la despoblación obliga a realizar diversos cambios en el guión.
En pueblos como Barquilla, Serranillo, Martillán, Sexmiro o Villar de Argán, donde la población no supera los 45 habitantes y la media de edad se sitúa en 80 años, la Semana Santa será diferente este año. Monjas de diversas congregaciones a relevar a los párrocos durante las liturgias y las imágenes de los correspondientes santos tendrán que salir en procesión a bordo de carros.
Gabriel Ángel Cid, en declaraciones a EFE, comentó que “en estas localidades debido a la edad las fuerzas escasean para procesionar santos” y que sería imposible para un párroco oficiar misa en todas las parroquias que lleva.
La solución para las procesiones pasa por subir a los santos a carros con ruedas que se dirigen mediante pértigas, idea de Estanislao Barrio, párroco de Alameda de Gardón y Fuentes de Oñoro. En la cercana localidad de Vitigudino Alberto Moro, presidente de la cofradía San Nicolás de Bari, ha declarado que “O se apuntan más costaleros o no se podrán sacar todos los pasos a la calle”.